Wednesday, June 12, 2013

Monólogo por Karen Osorio

Hoy quiero hablarles de los sueños. De mis viejos sueños. Los que tenía cuando era un poco más joven. Como tener una colección de conchas y vidrios, que mis padres veían como basura. O como poder desarrollar mi mente al punto de leer el pensamiento de los demás. Imagino que todos soñamos alguna vez con eso. Yo, al menos, le sigo dando vueltas al tema.


Cuando estaba en el colegio, tuve otro sueño. Uno diferente a todos los demás. Un poco más real. Soñaba con ser una actriz famosa y aparecer en películas de Hollywood. Incluso estaba en un grupo de teatro. Uno de los recuerdos que más disfruto revivir de aquellos días es Los niños se han perdido. Practicamos esa obra tantas veces que ya no estoy segura de cuál era mi personaje. Me sabía todos los diálogos al revés y al derecho. Mentiría si dijera que tengo una parte favorita. Difícil elegir entre un musical, un programa sensacionalista o el exorcismo de María Josefa de los Altares. Calma, se trataba de una comedia. Aunque en realidad tenía de todo. La presentamos en un concurso, que entonces me parecía lo más importante del universo. Y ganamos. Llevamos La Máscara de Oro al colegio. 

Pero, en retrospectiva, eso no fue lo más importante. No sé dónde está el trofeo ahora. Solo sé que en ese momento yo cumplí mi sueño. Aunque sea en parte. Puedo decir, sin trampas, que fui una actriz exitosa. Un sueño menos en la lista. Voy por el siguiente.

No comments:

Post a Comment